September 2, 2005

Seeking the Face of the Lord

Ayudemos a promover la canonización del Obispo Bruté

Esta semana culmina mi exposición sobre la vida de nuestro primer Obispo, Simon Gabriel Bruté.

Mi admiración por el Obispo Bruté se remonta a mis primeros años como seminarista. En una ocasión visité la Vieja Catedral en Vincennes junto con algunos amigos seminaristas. Me intrigaban nuestras raíces y el valor y el entusiasmo de nuestro primer obispo, quien fue capaz de hacer tanto con tan pocos recursos humanos y económicos, y logró tanto en tan corto tiempo. Fue obispo de Vincennes sólo por cinco años antes de que muriera. Más conocí más acerca de su santidad personal. También realicé estudios sobre los primeros pastores de la parroquia San José, en mi pueblo natal, Jasper. Ellos me guiaron hasta nuestro primero obispo. Nunca soñé encontrarme promocionando su canonización.

Después de visitar su tumba en Vincennes, en agosto de 2003, le pedí al presbítero Fred Easton, nuestro vicario judicial, que sirviera como mi enlace en la promoción de la posible causa para la canonización del obispo Bruté. El presbítero Easton es un experto en derecho canónico y está familiarizado con el proceso canónico a seguir. Ha participado activamente en la cause de la Santa Madre Theodore Guérin. Le envió una copia de la extensa biografía de la Hermana Benedictina Salesia Godecker sobre nuestro primer obispo al Dr. Andrea Ambrosi, quien actuó como el postulador de la causa de la Madre Theodore en Roma. Luego de haber leído la biografía, el Dr. Ambrosi considera que la vida del obispo Bruté ofrece una posible cause para canonización.

Después de una reunión posterior con el Dr. Ambrosi, decidí consultar con los obispos de Indiana, algunos consejeros laicos y sacerdotes acerca de si sería prudente luchar por esta causa. Luego de recibir respuestas afirmativas de todas las partes, he nombrado al Dr. Ambrosi como postulador para que nos guíe en el procedimiento inicial de promover la posible canonización del Obispo Bruté. Lo elegí debido a su participación en la causa de la Santa Madre Theodore y su familiaridad con la Iglesia en Indiana durante sus primeros. El Padre Paul Etienne, pastor de la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en New Albano, quien siente un profundo afecto por nuestro primer obispo, ha sido nombrado vice-postulador.

A petición mía, el Presbítero Easton ha organizado la comisión histórica de rigor, la cual procederá con la recopilación e investigación de documentos y materiales relevantes relativos a la vida y ministerio del Obispo Bruté.

La sesión canónica inaugural de la investigación se llevará a cabo el 12 de septiembre en presencia del postulador y el vice-postuladore. Es el primer paso obligatorio en la investigación.

El hecho de que al Obispo Bruté se le considerara una persona santa fue confirmado de manera impresionante por el renombrado James Cardinal Gibbons durante su visita a Vincennes el 4 de diciembre de 1891. Afirmó: “Honorables ciudadanos de Vincennes: No tienen que peregrinar para visitar las tumbas de los santos. Uno de ellos reposa aquí, en medio de ustedes, a saber, el santo fundador de esta diócesis, el Reverendísimo Simon Bruté.”

El celo apostólico, humildad, sencillez, determinación, valor y confianza en la voluntad de Dios, hacen del Obispo Bruté un modelo espléndido para todos los católicos de nuestra época. Él constituye un modelo prominente para todos aquellos que participan en la promoción del ministerio de la Iglesia. En su época fue, sin duda, el teólogo más influyente de la Iglesia en Estados Unidos. Su dedicación a la oración devota y su profundo amor por la Santa Eucaristía resaltaban en su generoso ministerio para su pueblo. Su estilo de vida ofrece un excepcional modelo, no solamente para nuestros sacerdotes y seminaristas, sino también para aquellos que se preparan para el diaconato y el ministerio laico. En efecto, la santidad del Obispo Bruté constituye un ejemplo maravilloso e inspiración para todos los seglares, así como también para los hombres y mujeres religiosos.

Me complace que la causa oficial del Obispo Bruté se inaugure este mes. A partir de entonces, contaremos con su intercesión y la voluntad de Dios para que se realicen más progresos. Cuando recé en la tumba del Obispo Bruté hace dos años, puse el resultado de toda esta gestión en sus manos. Sospecho también que Santa Elizabeth Ann Seton intercederá por su antiguo guía espiritual y confesor. No espero que el proceso culmine durante mi ejercicio como arzobispo de Indianápolis, pero siento que estoy cumpliendo con mi deber al iniciar el proceso de investigación.

Coloqué nuestro seminario universitario de formación en Marian Collage bajo el patronato del Obispo Bruté debido a su santidad y a su amor por la formación sacerdotal. Los invito a que fomentemos el conocimiento público de nuestro primer obispo santo y correr la voz sobre su causa para canonización.

El Obispo Bruté es un intercesor meritorio para nuestro alivio y nuestra propia santidad. Aprender acerca de su vida también nos dice mucho a nosotros y a nuestros hijos acerca de los orígenes de la Iglesia en Indiana. †

 

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